ADOPCIÓN POR PAREJAS DEL MISMO SEXO

Al abrir el debate sobre una situación que nos lleva a replantearnos ¿cuál es el papel de la Iglesia de frente a la sociedad? En los años de 1962 a 1965 la Iglesia convocó a un Concilio Universal, el Vaticano ll, para hablar entre otros temas de cual es el papel de la Iglesia frente al mundo actual.

Y se llegó a la la conclusión de que “el camino de la iglesia es el hombre. Por lo tanto todo lo que atañe a la persona humana atañe a la misión de la Iglesia. el Papa Juan Pablo ll nos recordó que el camino de la iglesia es el hombre, y en el año de 1994 dedicado a la familia nos dijo que el camino de la Iglesia es la familia.
La situación a la que nos enfrentamos al hablar de familia es: ¿a qué concepto de familia nos referimos ? ¿existe una sola familia o varios tipos de familia? Ante la posición de la Iglesia existe una sola familia que es la que Dios ha querido desde el momento de la creación, la que se forma por la unión de un hombre y una mujer en la cual encuentra su santuario la vida misma. Pero también reconoce las familias en situaciones difíciles como son los divorciados vueltos a casar, los abandonados, las madres o padres solteros. A estas familias disfuncionales no las rechaza la Iglesia sino que tiene una pastoral o cuidado especial también para ella.
La problemática de equiparar las uniones homosexuales al matrimonio es donde entran en conflicto las figuras jurídicas de familia y los derechos de convivencia, que en su esencia no cumplen el cometido total de la familia heterosexual que es la unión de los cónyuges y la perpetuación de la especie. En sentido estricto estas uniones no pueden ser llamadas familias, no solo por el hecho biológico sino por la finalidad de la familia en la sociedad. Por lo tanto desde nuestro punto de vista no se puede llamar familia a las uniones del mismo sexo.
De ahí nos trasladamos a la declaración de los derechos del niño en el año 1989 que dice que todo niño tiene derecho a una familia y a gozar del cuidado de ambos progenitores
Por lo tanto jurídicamente no es válido la adopción de un niño por parejas del mismo sexo. Aclaro, no es cuestión de odio contra las personas que han decidido unirse con una persona del mismo sexo y reconocer sus derechos de convivencia. Sino reconocer los derechos fundamentales del niño.



Y desde su sicología inicial así como para la concepción se necesita la unión del hombre y la mujer para dar vida auna persona. Así para su matríz social, es decir formación de la personalidad psicosocial, el niño necesita de un padre y una madre para alcanzar un desarrollo básico que le permita integrarse a su grupo y entorno social.

En el año 2000 el Papa Juan Pablo ll visitó el tribunal eclesiástico del vaticano y los jueces eclesiásticos alarmaban al santo padre sobre el gran número de matrimonios que pedían la revisión de la legitimidad de su unión por la iglesia. Y el santo padre dijo la solución a dicha crisis, ”no es promover los juicios de revisión sino educar a los jóvenes para que puedan afrontar los compromisos de formar una nueva familia como medio de realización personal y comunitaria.

Usando la analogía ante esta crisis de la familia en nuestro tiempo y de las formas jurídicas de nuestro país podemos apelar al pensamiento del siervo de dios Juan pablo ll, para que haya familias integras, niños que nazcan y vivan el calor de un hogar y el amor de una familia es necesario que eduquemos a los jóvenes para el amor y la responsabilidad que implica una familia y la capacidad de procrear.
Las uniones del mismo sexo tendrían que basarse en derechos de convivencia y solamente. _Y debemos recordar que la sociedad tiene que salvaguardar la integridad de los ciudadanos desde su concepción hasta su muerte para formar una sociedad en donde todos logren su realización y su auténtico bienestar.


Sr. Pbro. Emilio Segura

Srio. Coimision Dioscesana De Comunicación Social  Toluca